La Sierra de Huelva

Sin ofender a nadie, la sierra de Huelva huele a cerdo y bellota, y sinceramente, no es ninguna ofensa (ojalá tuviera yo uno de esos animalitos en casa).

El sábado decidimos hacer una escapadita a la «Ruta de los Castillos ©» (el nombre se lo he dado yo, así que como Ramoncín José Ramón Julio Martínez Márquez ha hecho con su seudónimo, le pongo el copyright a mi ruta y listo). Todo empezó con una decisión inesperada y casi sorpresa (si no llega a ser por mi amigo Charly que la «muy perra» me arruinó…que no!!), ya que después de tantos días trabajando por la zona durante el verano y parte del otroño, se me hacía imposible no visitarla disfrutando de la gastronomía y del paisaje de la zona.

La mañana se antojó nublada aunque no se avistaba lluvia, así que cojimos carretera y manta (no hubiera venido mal de todas formas) y nos pusimos en dirección a Aracena. Tras una horilla de verdes campos y de pequeños pueblos que se atravesaban en un suspiro llegamos a Aracena. Aunque no es un pueblo excesivamente pequeño tiene mucho encanto, además de una de las formaciones freáticas más conocidas, la Gruta de las Maravillas (la otra está en Nerja, Málaga, denomidas en primer lugar como la Cueva de las Maravillas y posteriormente como la Cueva de Nerja, las cuales tuve el placer de visitar este verano, pero eso será en otro post). Además de este fenómeno natural digno de visita, también encontramos el castillo de piedra, actualmente iglesia dedicada a la patrona, llamada Iglesia Prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor.

Después de maravillarnos con el encanto medieval de la iglesia, y llegando 5 minutos tarde para visitar la Gruta, pusimos rumbo a Almonaster la Real, otro pueblecito de la comarca, que cuenta con la mezquita más antigua de España, construida sobre una basílica del siglo V.

Tras la visita, y cercanos a la hora de comer, fuimos a «El Rincón de Curro», y es que, durante mis jornadas laborales, salía siempre un rico olor a «carnucia» que me producía mareos, y que mejor ocasión que esta para comer allí. Empezamos por unas buenas aceitunas y una cerveza (no más alcohol que hay que conducir).

Pedimos dos sopas de picadillo (Dios!! que bien sentaron con el frío que hacía), un solomillo de cerdo y otro de buey….no os digo nada. Como postre, el de la casa, crep de crema de turrón al Luis Felipe (venía flambeado y todo!!).

Después de la comida una buena siesta, nos dirigimos al último pueblo de la ruta, Cortegana (la siguiente foto no es mia), con su «amazing castle» en la cima de la colina. Se encuentra en un estado de conservación envidiable, y merece la pena hacer un alto en el camino para subirse y tener unas vistas de Cortegana y de Sierra Morena que no podríais desde otro punto.

No subimos a todas las almenas, recorrimos los calabozos así como todas las habitaciones semi-escondidas que encontramos, y eso sí, tienen hasta un servicio medieval!! (pena de no haberle echado una fotillo). Solo hay que mirar la siguiente foto para darse cuenta lo que uno se está perdiendo (estas sí son mías):

Aquí se terminó el día, aunque no las ganas de seguir visitando la comarca para descubrir nuevos lugares que nos sorprendan tanto como estos. Espero que os guste!

Acerca de jpmugo

Como un niño, ilusionado frente a la vida, "optimista" y un poco acolchado... Pero para hablar de mi, no podrías faltar tú ;)
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2 respuestas a La Sierra de Huelva

  1. Pingback: El Coronil « JP's Blog

  2. Viernes 9 El viernes 9 tendrá lugar la inauguración y la presentación de estas jornadas que tienen como protagonista a Sobrepuerto.

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